Cuando nos referimos acerca de los valores tenemos que nombrar uno en especial, es quizás el valor que mas utilizamos en nuestras conversaciones y quien no ha refutado a alguien por no ser responsable, a quien no se le ha llamado la atención alguna vez por falta de responsabilidad y es que este valor por más sencillo que pueda parecer tiene un significado muy complejo y su puesta en práctica a veces llega a ser un tanto complicada para determinada tipo de gente.
Y es que ser responsable es más que cumplir con nuestras obligaciones personales, ser responsable es también responder por las acciones que nosotros hacemos, significa ser consciente de lo que hacemos y saber que nuestros actos traerán consecuencias. Pero, en la coyuntura actual este valor de responsabilidad se ha denigrado completamente, a tal punto de que nuestras autoridades, aquellas que nosotros elegimos para que pudieran representarnos “responsablemente” son las primeras en decepcionarnos. Hoy en día vemos que estas personas que se encuentran en el mando, por así decirlo, están relacionadas con muchas más cosas malas que buenas, que podemos esperar de una persona la cual pareciera que tiene juicios con toda la población, que se le acusa de distintos tipos de faltas y que según va pasando el tiempo se le va culpando de muchas más infracciones. ¿Esta es la clase de representantes que queremos?
Estas faltas nos hacen reflexionar acerca de diversos puntos, nos hace ver en que estamos fallando, cual es la causa por la que se originan tantos problemas y sin ir demasiado lejos podemos tomar como nuestro punto de referencia a cualquier municipio de nuestra ciudad, es aquí donde podemos ver como el presupuesto que tienen estas organizaciones es despilfarrado a diestra y siniestra en cosas que hasta a veces no tienen sentido y lo peor es que cuando se efectúan obras de un presupuesto alto y que son relativamente importantes se prefiere hacerlas por administración directa que por una licitación, esto acaso no es un escándalo, aunque a muchas personas no les moleste hacerse los de la vista gorda, claro que estas siempre tiene algún vínculo con la gestión que esta rigiendo en la entidad, a otras personas esto nos hace pensar que si una obra va a realizarse por administración directa es mucho más fácil hacer uso de ese dinero e incluso elevar el presupuesto de esa obra por requerimientos y demás cosas que claro no se da a conocer a toda la población, en síntesis utilizan las obras para poder acceder al dinero que maneja la municipalidad de manera más rápida y más sencilla.
Este tipo de actitudes, de las cuales somos testigos porque en toda la ciudad se están ejecutando obras y en la mayoría vemos que las ejecutan los propios municipios, solo nos hacen ponernos a pensar y a ver que vivimos en una sociedad en la cual la persona que se aprovecha es la que sale triunfadora. No podemos seguir con esto, es hora de ponerle un punto a tanto informalismo y somos nosotros los que podemos hacer que ya estas cosas desaparezcan de una buena vez, todos sabemos que cuando se acabe esto al fin se podrá alcanzar un mejor sociedad y una mejor ciudad pero nadie se atreve a ser el primero en dar el ejemplo, es hora de que tomemos conciencia y con responsabilidad asumamos nuestros roles y juntos trabajemos por una mejor ciudad.
Kelvin Pinto Pastor
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